Recuerdo una vez si me permiten que me…
Recuerdo una vez, si me permiten que me ponga nostálgico, que mi mamá me dijo: Carlitos, hijo, ¿verdad que no te importa que te cambiemos de nombre? Es que el tuyo nos gusta más para tu hermanito, que tiene más cara de Carlos que tú. ¿Cómo íbamos a saberlo si naciste primero… “Y yo, ¿cómo me voy a llamar?” -dije lagrimeando-. Norberto, claro, que es un nombre “bien bonito” y que nos ha salido muy baratito. Ven, mírate, ¿ves que cara de Norbertito se te ha quedado?…
algo así me ha sucedido, pero yo soy Carlos…
En casa me dicen de una forma, en la calle de otra, al final ganó el nombre externo que el familiar, se convirtió en una batalla y ya ha invadido mi vida familiar, encima me gusta 🙂