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Julio Santizo Coronado (Facundo)
Destino no es más que el punto b al cual nos dirigíamos al partir del punto a. Fatum no tiene conciencia de nada, ni de sí, pues no existe. No hay nada inteligente en el universo que juegue con hilos como si marionetas fuésemos, o mortales en las manos de míticos dioses griegos que no son más que la elevación de la imagen de las bajas pasiones humanas. Si cambiamos de parecer en el camino, somos nosotros mismos los que impediremos la llegada al punto b y finalmente llegaremos al c. Todo es cuestión de tomar la mejor de todas las opciones que se nos presentan. Nadie te lo ha puesto en el camino. Está allí porque las múltiples “incidencias” lo llevaron. Tú decides si escogerlo o no.
Rebeca: Eso es precisamente lo que le da sabor al día a día: la multitud de posibilidades. Si te escoge escribirás poesía amorosa; si no lo hace escribirás una elegía o una novela de amores truncados. Al final siempre ganarás experiencias, y si dejas que templen tu corazón, te harán mejor persona.
Trompicones, topetazos, coscorrones, revueltas, abrazos, esbozos de relaciones,…siempre sacamos algo de los encuentros y desencuentros en nuestro caminar, tanto si es paralel, como opuesto o yuxtapuesto. Y, da igual si tenemos el capricho, la costumbre o la tentación de personalizar a nuestra esencia, denóminandola Destino, Diosito lindo, Jehová, Jesús, Dioses del Olimpo, Alá o Tutatis, mientras no perdamos el horizonte y seamos conscientes de nuestro poder de acción. El resultado, entonces, será similar: unas veces erraremos y otras acertaremos. Y nuestra conciencia será la que nos ayudará a tomarlo de una forma o de otra, transformándolo en un hecho creativo o bien en algo que nos atenace. Nosotr@as decidimos, auqneu no todo lo controlemos
Destino no es más que el punto b al cual nos dirigíamos al partir del punto a. Fatum no tiene conciencia de nada, ni de sí, pues no existe. No hay nada inteligente en el universo que juegue con hilos como si marionetas fuésemos, o mortales en las manos de míticos dioses griegos que no son más que la elevación de la imagen de las bajas pasiones humanas. Si cambiamos de parecer en el camino, somos nosotros mismos los que impediremos la llegada al punto b y finalmente llegaremos al c. Todo es cuestión de tomar la mejor de todas las opciones que se nos presentan. Nadie te lo ha puesto en el camino. Está allí porque las múltiples “incidencias” lo llevaron. Tú decides si escogerlo o no.
y si lo escojo y no me escoge o viceversa?
Rebeca: Eso es precisamente lo que le da sabor al día a día: la multitud de posibilidades. Si te escoge escribirás poesía amorosa; si no lo hace escribirás una elegía o una novela de amores truncados. Al final siempre ganarás experiencias, y si dejas que templen tu corazón, te harán mejor persona.
buen consejo, siempre se saca algo bueno.
Trompicones, topetazos, coscorrones, revueltas, abrazos, esbozos de relaciones,…siempre sacamos algo de los encuentros y desencuentros en nuestro caminar, tanto si es paralel, como opuesto o yuxtapuesto. Y, da igual si tenemos el capricho, la costumbre o la tentación de personalizar a nuestra esencia, denóminandola Destino, Diosito lindo, Jehová, Jesús, Dioses del Olimpo, Alá o Tutatis, mientras no perdamos el horizonte y seamos conscientes de nuestro poder de acción. El resultado, entonces, será similar: unas veces erraremos y otras acertaremos. Y nuestra conciencia será la que nos ayudará a tomarlo de una forma o de otra, transformándolo en un hecho creativo o bien en algo que nos atenace. Nosotr@as decidimos, auqneu no todo lo controlemos
Tienes razon Lia, hay que fortalecerse en el camino