Los niños y los ancianos se rigen por la misma creación plastinificada, por eso son tan maleables, la diferencia radica en que unos tienen el interior de hueso maleable y los otros la bolsa que los recubren. Mis flácidos brazos lo atestiguan, jejeje.
No es que llore, es que es de plastilina.
Los niños y los ancianos se rigen por la misma creación plastinificada, por eso son tan maleables, la diferencia radica en que unos tienen el interior de hueso maleable y los otros la bolsa que los recubren. Mis flácidos brazos lo atestiguan, jejeje.