La leyenda de la mujer que nació de un río

(1/3) Desde la habitación de su hermanita se ve la selva. Ella duerme abrazada a una serpiente enorme, que la abriga con sus anillos sin estrangularla. No está amaestrada y el día que vino a casa desapareció el perro, pero la quiere mucho, así que su hermano dejó que se la quedase. Cuando corretea, puede verse una sombra de meandros que la sigue apartando la maleza; como un río que impusiese al mundo su cauce. Se sabe dónde están por los pájaros que huyen. Los nativos dicen que la serpiente se la comerá, para que deje de ser una niña y de sus entrañas nazca una mujer.

Deja una respuesta 6