TETH

Hacemos cosas para que las lean los ordenadores pero no enseñamos a leer a los analfabetos.

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Albertobé

Albertobé

Vivimos en una pura contradicción. El hambre nos puede matar en una parte del mundo; en la otra, el colesterol.

Liacice

Liacice

Lo peor no está siendo el que dediquen tantos esfuerzos y dinero a enseñarles a leer. Lo malo es que quieren enseñarles incluso a emocionarse. Ya lo dijo, en el siglo pasado, Prince (Symbol o cómo diablos le apetecezca llamarse ahora!): “Tiempo, es el signo de los tiempos”, carrera por conquistar la Luna mientras hay niños muriendo.
Pero, el colmo de los colmos, desde luego es que lo que remarca Albertobé: inanición y obesidad de los pobres (está demostrada la relación entre niveles socioeconómicos y el grado de obesidad mórbida en los países ricos) frente al mercadeo obsesivo por adelgazar. Aunque eso, amigo, ¡se nos va a acabar con esta recesión: ni para pipas nos va a llegar!.

rebecapardo

rebecapardo

Buffff. Tiempos un tanto absurdos: la greguería hecha realidad cotidiana. No sé qué es peor de todo lo que comentáis, aunque lo que realmente me preocupa es pensar que a alguien le interesa que los alumnos de hoy sepan juntar letras pero no entiendan el significado de muchas palabras o sean incapaces de comprender lo que se dice entre líneas. Por no hablar de lo que puede convenir a ciertas personas que la gente esté más preocupada por su físico que por otros temas ¿llegará el momento en el que los ordenadores comprendan más que muchos seres humanos? ¡¡¡vaya panorama!!! En cuanto a la obsesión por adelgazar… Si las portadas de las revistas reflejaran realmente la apariencia normal de la gente, quizás todos estaríamos menos obsesionados… al final también hay bastante analfabetismo visual y publicitario: ¿A cuánta gente le han explicado la gramática y la semiótica de las imágenes? Esta ausencia en la educación (para mí aberrante en un mundo plagado de impulsos visuales absolutamente calculados) ayuda que también demasiadas personas se traguen lo que ven sin comprender lo que todo eso implica. Y sí: llegamos a un tiempo en el que unos mueren de hambre, otros de colesterol y algunos en el intento de tener el cuerpo perfecto. Mientras tanto, cada vez hay más textos que leer, más información que asimilar y menos tiempo para hacerlo… pero ¡viva la contradicción porque seguramente ella es el signo de nuestro tiempo!

viva

viva

Oh, guau! todo un artículo! muy bueno, por cierto.
Por lo demás, me gusta la contradicción y las greguerías, ¿no se nota?

rebecapardo

rebecapardo

Se nota, por eso lo puse. A mí también me encantan las greguerías. En cuanto a la contradicción: me fascina la facilidad que tenemos todos para caer en ella…