XXXIII Los placeres y dulzores de esta vida…
XXXIII
Los placeres y dulzores
de esta vida trabajada
que tenemos,
no son sino “corredores”,
y tu figa, la celada
en que caemos.
No mirando a nuestro daño,
nos corremos en tu chichi
sin parar;
cuando vemos el engaño
y, ligeros, intentamos recular
ya no hay lugar.
XXIV
Las huestes innumerables
de pendones, hetairantes
y rameras,
las putillas infumables
y golferas,
la chapera empechugada
y cualquiera otra virago
¿qué aprovecha?
Cuando vienes malfollada,
todo lo pasas por bajo
de tu pierna.
(Extracto de Coplas por la muerte de su pene)
Qué cabronazo!
En Respuesta a “Ecos de Jorge Manrique” de Eva Víbora
Los placeres y dulzores
de esta vida trabajada
que tenemos,
no son sino “corredores”,
y tu figa, la celada
en que caemos.
No mirando a nuestro daño,
nos corremos en tu chichi
sin parar;
cuando vemos el engaño
y ligeros queremos recular
ya no ha lugar.
Jajaja….que sintesis je
Te recuerdo, Doña Ofidia, que empezaste tú.
Juje, ¿a qué síntesis te refieres? ¿a esta?: “Qué cabronazo!”
Ya, te las verás conmigo!
jajaja, como tiemblo de miedo