Andan días iguales persiguiéndose alargándose incomprensiblemente el tiempo…
Andan días iguales persiguiéndose, alargándose incomprensiblemente… el tiempo nada entiende. Nerudas tenía razón, hay barcos que nunca llegan.
Andan días iguales persiguiéndose, alargándose incomprensiblemente… el tiempo nada entiende. Nerudas tenía razón, hay barcos que nunca llegan.
Mi barco encalló en 1993, y no acaba de hundirse.