LOS HOMBRES ATRAPADOS POR SUS HUCHAS

Aquí, esta idea de beso que jamás resucita en mi boca,
mientras cae la ceniza del cerebro consumido en la quemada de
mis labios,
por el beso que llevo dentro goteando sus dudas como alcohólicas
de esta vida,
que dicen dejarla y una y otra y una y otra vez vuelven
reptando a probarla.

Cada una de mis palabras resuena sin vida,
como mis tacones por la calle vacía.

Poema de Sergio Algora (el niño gusano)

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