Boscour soy yo, el único que ha aceptado el riesgo de volar hacia ese planeta (ni recuerdo su nombre)acompañado de un tonto robot que nunca está seguro del rumbo.
Cojones les dicen en tu pueblo. Pero, dejemos los comentarios anatómicos para otro momento. Ya las toberas de plasma fisiológico bomban teratoneladas de de cuarkonios guachos que ansían encontrar pareja y perder el exceso de energía que les impele.
Que es lo mismo que decir sopa de suero fisiocrático con miríadas de cuarcks sobrenadando. Pero no importa. ¡Allá vamos Bomio y yo, yo y Bomio. dos cuerpos y una sola alma, a develar los misterios de ese endiablado planeta oval con más rayas que un cerebro y menos color que la niebla de Londres.
-Dime Bomio. ¿Como era que se llamaba?
-…
-Bomio, te he hecho una pregunta!
-…
-¡Bomio, sos sordo?
-Eh…qué? A mi me hablabas?
-No, si voy a estar hablando con mi abuela.
-Yo no me llamo Bomio. Me llamo Vomio.
-¿Qué, y me vas a corregir la manera de pronunciar las letras? ¿Que tan castizo sos, montón de latas herrumbradas? Te voy advirtiendo que mi padre era un cacique guaraní y mi madre una entrerriana de Federal que me enseñó a hablar el español de américa. Vas a tener que adaptarte porque si no te hablo en guaraní o en quechua, que también conozco y que te van a resultar más difíciles.
Bueno, bueno…no llores… Mirá ya vamos llegando a Ixtloloconchi, creo que ha de ser, por ese parecido que tiene con un carozo de durazno pintado de gris.
Dale Bomio, preciso tu ayuda para manejar el espectroscopio ad hoc a ver si tenemos algo respirable por allí.
No te entiendo. Estás seguro de haberte puesto bien el chip? Bueno, pero mirá…vamos entrando en la atmósfera ixtloloconchia…¡Es verde! y ajj! tiene gusto a cebolla. ¿Otra vez has dejado la banderola abierta?
O NO.
Boscour soy yo, el único que ha aceptado el riesgo de volar hacia ese planeta (ni recuerdo su nombre)acompañado de un tonto robot que nunca está seguro del rumbo.
Hay que tener valor!
Cojones les dicen en tu pueblo. Pero, dejemos los comentarios anatómicos para otro momento. Ya las toberas de plasma fisiológico bomban teratoneladas de de cuarkonios guachos que ansían encontrar pareja y perder el exceso de energía que les impele.
Que es lo mismo que decir sopa de suero fisiocrático con miríadas de cuarcks sobrenadando. Pero no importa. ¡Allá vamos Bomio y yo, yo y Bomio. dos cuerpos y una sola alma, a develar los misterios de ese endiablado planeta oval con más rayas que un cerebro y menos color que la niebla de Londres.
-Dime Bomio. ¿Como era que se llamaba?
-…
-Bomio, te he hecho una pregunta!
-…
-¡Bomio, sos sordo?
-Eh…qué? A mi me hablabas?
-No, si voy a estar hablando con mi abuela.
-Yo no me llamo Bomio. Me llamo Vomio.
-¿Qué, y me vas a corregir la manera de pronunciar las letras? ¿Que tan castizo sos, montón de latas herrumbradas? Te voy advirtiendo que mi padre era un cacique guaraní y mi madre una entrerriana de Federal que me enseñó a hablar el español de américa. Vas a tener que adaptarte porque si no te hablo en guaraní o en quechua, que también conozco y que te van a resultar más difíciles.
Bueno, bueno…no llores… Mirá ya vamos llegando a Ixtloloconchi, creo que ha de ser, por ese parecido que tiene con un carozo de durazno pintado de gris.
Dale Bomio, preciso tu ayuda para manejar el espectroscopio ad hoc a ver si tenemos algo respirable por allí.
Cachufanda de tremposillo…
O NO…
No te entiendo. Estás seguro de haberte puesto bien el chip? Bueno, pero mirá…vamos entrando en la atmósfera ixtloloconchia…¡Es verde! y ajj! tiene gusto a cebolla. ¿Otra vez has dejado la banderola abierta?