Te quiero desnuda
con el pelo acaranchado por las batallas nocturnas
danzando descalza sobre mi vientre anhelante
te quiero planta carnívora trepando por mis muslos
improvisando cánticos húmedos con tu boca caramelo
te quiero intensa
con tu aliento vainilla enredado entre mis dientes
y tus yemas decodificando cada porción de mi cuerpo
te quiero de piernas bien abiertas
para enterrar mis manos en tu jaula de pan
y liberar uno a uno los gorriones que te habitan
te quiero con el alma llena
de inquietos pececitos de colores
y tu carne dulce ofrendada a nuestro vandálico festín
pero mas allá del verso y la metáfora
mas allá de lo que quiero
lo que muy seriamente necesito hoy
es tu sanador soplo de luz
Ha hablado la pasión. Intenso poema.
Gracias niña.
Uff!! Eduardo se me han erizado los pelillos de la nuca al leerte 🙂 afortunada la mujer en la que están inspiradas tus palabras…
Quizás eres tu…
De quizases tengo mi cabeza llena…
Arriésguese, conviértalos en certezas…quizás le valga la pena…
Una vez convertí un quizás en una certeza y me hizo mucho daño…todavía sufro las consecuencias.
Un hombre, no es todos los hombres. Un fracaso, no es toda la vida.