Prisiones del deseo
La vida es estar prisionero de viejos deseos que se han cumplido tarde y a deshora, por eso, cada nuevo deseo es un carcelero que nos enviamos al futuro.
La vida es estar prisionero de viejos deseos que se han cumplido tarde y a deshora, por eso, cada nuevo deseo es un carcelero que nos enviamos al futuro.
Yo no lo hubiera dicho mejor. Además lo peor de los deseos es que acaben cumpliéndose.
Son como los temores, que también acaban cumpliéndose, hermano.
Los deseos se han raptado a las expectativas para ponernos a salvo del miedo, dejándonos a merced del espacio sin tiempo
*: joe, Paulina, estamos buenos!
Los deseos se han raptado a las expectativas para ponernos a salvo del miedo, dejándonos a merced del espacio sin tiempo
*: joe, Paulina, estamos buenos!
Me fascina cuando te pones metafísico, loco.