El hacha del pintor El oxígeno enclaustrado alimenta…
El hacha del pintor:
El oxígeno enclaustrado alimenta
la lumbre que al roble consume
tiznando por completo una estufa
con olor a vieja leña incinerada.
Lo mismo le ocurre a este ánimo,
siempre en un permanente estado
atípico de frías ascuas, pintadas
con el negro más sucio y el blanco
más puro.
Entre tanto, el leñador sugirió ir al Norte,
el pintor, terco, decidió no moverse del Sur.
el hacha del pintor y el pincel del leñador, muy bueno, e imbuido de ramonismo.
Las greguerías son verdades pícaras. Y supongo que cada uno las interpreta a su manera, por eso son geniales! Gracias por pasarte por el blog, seguiré publicando!