CELIA OQUENDO. 7 DE MAYO

Cuando en tu seno reclino mi cabeza, el amor calienta nuestras noches de insomnio, palpitar de un alma dolida entonando una triste canción. Ni a susurrar me atrevo lo que me quema dentro. Vivir sin vos puede ser un tormento letal. Cuando me amas se acalla mi dolor, y mi deseo se aplaca ante tu rostro y tu vientre. Como a los pétalos de una rosa, como a los rayos del sol, como a las perlas heridas y como a los acantilados inalcanzables, el rayo del amor calentando nuestras noches de insomnio.

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